La brújula

En esta vida semivirtual que llevo, voy con mi portátil del trabajo a casa y de casa al trabajo. Dentro de nada ya no sabré distinguir cuándo estoy en uno u otro lado. Menos mal que en casa se oyen los dibujos animados y mi hija la pequeña todavía se acuerda de que sé jugar.... La mayor generalmente está sentada a mi lado haciendo maravillas con el Paint.
El caso es que este lunes el compañero que nos apoya en las tareas TIC ya me puso el cable para la conexión y que ahora trabajo con el mismo ordenador en todas partes, lo que tiene sus ventajas. Pero cuál fue mi sorpresa cuando al mismo compañero que me facilitó la conexión  le oigo ayer y hoy  exclamar  "Dios... una mujer tras un portátil...."  La sorpresa era genuina, no maliciosa... o por lo menos eso es lo que estoy dispuesta a creer.
Puse cara de póker, la verdad.Si en la red somos miles... y en los trabajos millones ¿qué tiene de exclamativo que una mujer esté, no tras un portátil, sino delante de la pantalla del suyo? Seguramente a ninguno de mis compañeros se les ocurrirá escribir en un foro o en un correo a una alumna una frase así, por una cuestión mínima de netiquette, y sin embargo en la vida real la inmediatez tiene este precio. Creo que algunos llamana a esto "currículum oculto".
Una de las cosas que me chiflan del trabajo online es que generalmente tu condición de género queda en un segundo plano y que el trabajo que haces brilla, si está bien hecho, independientemente de que detrás... o delante... haya un cuerpo de mujer. También hay un cerebro ávido de aprender y de comunicar.

Espero que ninguna de mis dos hijas tengan que oir nunca de un compañero de trabajo una frase de ese tipo. Que a nadie le asombre nuestro trabajo y que éste no sea juzgado por parámetros de género. Volvermos con el currículum oculto, claro... con el que ambas se tropiezan ya en las aulas.

Por cierto, una de las páginas más completas para iniciarse en los temas de TIC y educación está llevado por mujeres y merece la pena la navegación.