Para que una institución prospere, incluso para que sobreviva, su velocidad de aprendizaje, o de innovación, tiene que ser al menos igual a la de la evolución de su entorno.
M. Fernández Enguita, Redes para la innovación educativa.
He participado este fin de semana en el I CONGRESO INNOVACIÓN EDUCATIVA, organizado por el portal de este nombre, el MEC y el Foro por la Educación Pública. Han participado en las mesas 54 redes y grupos y han asistido como invitadas 84 redes entidades o grupos. Un repertorio muy amplio del que destacaré lo que más interés me ha despertado.
Para empezar, después de la inauguración por parte de la Sra. Ministra, me pareció muy acertada la conferencia de la profesora Liebermann, En este enlace podemos consultar un artículo suyo sobreredes como comunidades de aprendizaje.
Participé en la Mesa 1: Procesos tecnológicos, por el grupo Chiron, y en las dos sesiones en las que se desarrollaron los trabajos tanto la participación de las redes como los debates que siguieron resultaron muy dinámicos e interesantes.
Me alegró encontrarme con una nutrida representación de redes de Canarias, en otras mesas: Red Canaria de Escuelas Solidarias, Red Canaria de Escuelas Promotoras de Salud, Red Canaria de Centros Educativos para la Sostenibilidad y la red Atlántida
La red por la que participé, Chironweb, es una de las redes que ha nacido gracias a Internet. Había algunas otras con esta peculiaridad en esta Mesa 1, como Aulablog y DIM (grupo de Madrid), y otras cuyo trabajo tiene sentido precisamente por la utilización de las TIC en el aula, como EVEX, (la dinámica plataforma Enseñanza Virtual de Extremadura, en la que los profesores de los IES pueden crear sus cursos virtuales), Escolas en Xarxa, que agrupa blogs dentro del periodismo escolar en primaria y secundaria, en lengua catalana, y Clase de Religión, la ciberteca para la enseñanza de la religión católica. . Intervino también el CIDE; Centro de Investigación y Documentación Educativa del MEC.
Aunque en este congreso éramos una minoría, creo sin duda que la facilidad de crear redes sociales que tiene internet va a hacer que este tipo de comunidades crezca con el tiempo y lleguen a ser un componente importante en la dinamización de la innovación y en la gestión de la participación. Las comunidades virtuales por su carácter ubicuo y su capacidad para el trabajo colaborativo de tipo asincrónico favorecen muchas interrelaciones que no se han dado hasta la fecha en el mundo presencial.
Me pregunto, por ejemplo, si a la mesa 1 le hubiera acompañado un foro virtual, ¿cuántas preguntas que no se formularon en la sesión presencial habrían aparecido? O a partir de la intervención mencionada de la profesora Liebermann, por ejemplo.
Sin duda, las comunidades virtuales nos plantean también la cuestión de los liderazgos virtuales, y sería interesante comparar cómo se ejercen éstos, si se reproducen esquemas de las comunidades presenciales o no. Igual que mi amigo Luis Inclán, creo que la no presencialidad tiene sus ventajas y que se crean muchas menos tensiones entre los miembros que en el contacto directo. Vamos que en contra de lo que se dice, el roce no crea el cariño.
A mí la comunidad virtual de Chiron me recuerda más bien una de las comunidades de práctica definidas por Wenger, en la que una serie de personas se plantean en común cómo desarrollar su trabajo con la incorporación de las TIC en el aula. Están los elementos descritos por él, especialmente la pertenencia y la tarea compartida. Esto daría de verdad para varios artículos de investigación.
Y por último resaltaría la idea de que las redes de tipo local o presencial aun no han explotado las posibilidades de la dimensión virtual, por lo que la iniciativa de la plataforma INNOVA es una gran oportunidad para dar este paso y adaptarse a un entorno en continua evolución. Es una pena que la plataforma adolezca todavía de no pocos inconvenientes, como el hecho tan simple de que los usuarios de la red estamos dados de alta en ella no como tutores-profesores con capacidad de editar los espacios o cursos que se nos han asignado, sino como alumnos, es decir como usuarios que no pueden subir ni documentos ni enlaces a los mismos. Por este motivo, dejo aquí el enlace a la presentación de Chiron en Innova, por si alguno le interesa.
Frente a las comunidades locales, las comunidades virtuales quizá adolecemos de falta de recursos que hagan posible establecer relaciones en presencia que den apoyo a sus actividades y las hagan más visibles.
Y lo más llamativo es que como la mayoría de estas redes nacen de la propia necesidad del profesorado por innovar en su práctica educativa y que para ello invertimos numerosas horas de nuestro tiempo, el coste que supondría el apoyo a las infraestructuras que utilizamos, por ejemplo, un servidor durante un año, equivaldría al precio de una noche en una de las habitaciones del hotel donde se celebraron las jornadas.
A lo mejor, el problema que tenemos algunas redes es que usamos la mentalidad del pobre… Bueno, bonito y barato, muy barato.